Según el antropólogo José Dueso, hay tres posibles orígenes de la acepción chuleta.
La primera la encontramos en el libro Un invierno en Mallorca de George Sand. En el texto aparece el término xuete, usado por los mallorquines para referirse despectivamente a los judíos, que puede provenir del francés chuette, que tenía el mismo fin. Parece que en tiempos de la expulsión de los semitas, éstos intentaban ocultar su origen comiendo chuletas de cerdo ante los ojos de todo el mundo.
Otro posible origen es una especie de cuña usada por los carpinteros para disimular grietas en la madera, que llaman precisamente chuleta.
Por último, puede derivar de la voz chulo, que designaba al individuo del pueblo bajo de Madrid que se preocupaba en aparentar que sabía más que nadie de cualquier cosa. En cualquiera de los tres casos, el origen está en la ocultación o en la falsedad de resultados con un fin de aprovechamiento particular, social o profesional.
Fuente: @muyinteresante
Menuda fotito.. jajajajaja
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